Australia contaba con una gran diversidad que sobrevivió a una era glacial, pero no estaba preparada para la llegada de uno de los mayores depredadores.
El Diprotodon se extinguió junto a gran parte de la megafauna de Australia hace miles de años - CC-by Dmitry Bogdanov |
Imagina un continente lleno de extraños animales. Los herbívoros, grandes y pequeños, pacen en las praderas, sábanas y bosques, mientras los carnívoros los acechan y tratan de cazar para poder alimentarse otro día. Un equilibrio perfecto. Pero, de repente, entra en juego un nuevo gran depredador, ¿qué ocurriría con ese equilibrio?
El Homo sapiens provocó la extinción australiana
Esto es lo que sucedió hace varias decenas de miles de años en Australia, según uno de los últimos estudios realizados sobre la paleontología australiana. Mientras los canguros gigantes, los diprotodones y otras rarezas marsupiales caminaban por el territorio que actualmente se denomina Australia, los seres humanos pisaban por primera vez estas tierras hace unos 50.000 años, aunque se piensa que esto pudo ocurrir hasta 20.000 años antes, y pudieron provocar la desaparición de numerosas especies.
En la investigación dirigida por Gavin Prideaux, doctor de la Universidad Flinders del sur de Australia, el equipo ha estudiado los restos de una cueva, recientemente descubierta, en la que los fósiles se remontan 100.000 años antes de la llegada del Homo sapiens a Australia.
Los marsupiales sobrevivieron una era glacial antes de que llegaran los humanos
Según los resultados que ha obtenido el grupo de Prideaux, los marsupiales australianos sobrevivieron a la era glacial que tuvo lugar hace unos 140.000 años. Sin embargo, muchos de ellos no lograron traspasar la barrera de la última edad de hielo y ni siquiera llegar al último máximo glacial.
Recreación de un canguro gigante (Procoptodon goliah) - CC-by-sa avlxyz |
Australia tenía una gran vulnerabilidad de sus ecosistemas
Así, los investigadores comparan, por ejemplo, los rebaños de ñues de África con los rebaños de diprotodones australianos, un marsupial de dos metros de altura y casi tres toneladas. Los primeros cuentan con un número que puede llegar a varios miles de individuos, mientras que los rebaños de diprotodones podían tener tan solo unos 100. También explican que el número de depredadores era pequeño, contándose entre ellos el tilacino, el thylacoleo y el megalania, un varano que llegaba a los 8 metros de longitud y emparentado con el dragón de Kómodo. Comentan, por tanto, que si los depredadores no eran numerosos, las presas tampoco lo serían.
Los humanos presionaron ecológicamente a los canguros gigantes
La llegada del Homo sapiens hace unos 50.000 años y la caza continuada que ejercieron durante milenios habría provocado una presión adicional sobre las especies. Así, el número de canguros gigantes y diprotodones habría ido disminuyendo progresivamente y, como consecuencia, los depredadores de estos animales también. El resultado final de la presión ejercida por los primeros humanos australianos en unos ecosistemas tan vulnerables sería la extinción de numerosas especies de mamíferos marsupiales, pero también de reptiles y aves.
Algunos canguros (como este Procoptodon goliah) desaparecieron en la extinción australiana - CC-by Stanton F. Fink |
La extinción de marsupiales en Australia es objeto de debate
Esta gran extinción ocurrida en Australia es objeto de gran debate entre los científicos australianos desde hace tiempo. Si bien unos defienden que el ser humano es el principal responsable, otro grupo culpa al cambio climático que tuvo lugar en aquella época, en la que los glaciares se extendieron por el planeta. Por esto, el estudio de Prideaux aporta nueva luz sobre la cuestión, ya que no culpa exclusivamente al Homo sapiens sino que añade la gran vulnerabilidad ecológica que existía en Australia ante una especie como la humana, algo que puede hacer pensar sobre las extinciones que ocurrieron en esa época en otras partes del globo.
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